El objetivo del Trabajo Grupal, es capacitar a las personas para hacer frente a los problemas y oportunidades de la vida por medio del aprendizaje o refuerzo de habilidades sociales básicas.
Como seres relacionales, la interacción con nosotros, con los demás y con las estructuras sociales del entorno dependen de la comprensión de las necesidades básicas que tenemos que resolver y que implican competencia relacional.
Una buena comprensión, permite un mayor rendimiento de los procesos dinámicos y hacen del grupo un elemento fundamental de apoyo interpersonal.
Factores relativos a la formación del grupo:
Establecer el problema y diagnóstico correcto de la situación
Formular metas y objetivos grupales e individuales
Analizar el contexto social, comunitario o institucional de los participantes y las habilidades sociales necesarias para una buena integración.
Determinar el número de miembros
La hora y el lugar de los encuentros
Ronda de contactos individuales anterior a la formación del grupo, sitios, objetivos y metas del grupo, así como las funciones y actividades en el orden de su consecución.
Establecer aspectos íntimos y privados que se manejaran dentro del grupo y cuales serán del domino público.
Otorgar a cada miembro su importancia como persona dentro del grupo. Valoración individual.
Características de los grupos numerosos:
Más apoyo y posibilidades de amistad
Más aprendizaje potencial
Más creatividad
Más productividad
Se realizan tareas más complejas.
Características de los grupos pequeños
Atención más individualizada
Más fáciles de manejar y estructurar para el trabajo grupal.
La cohesión y el consenso son fáciles de alcanzar
La interacción es cara a cara
Hay menos riesgo deformación de subgrupos perjudiciales.
Otras variables a tener en cuenta a la hora de diseñar un grupo:
La edad: En las edades próximas hay más semejanza de intereses y puntos de vista
El género: Está demostrado que el sexo produce modificaciones en las conductas de los miembros. En los grupos mixtos, las mujeres suelen tener menos poder, pero también puede ser un requisito en función de la tarea.
Nivel cultural: A niveles culturales parecidos hay una aportación de beneficios al grupo, derivados de los intereses, hábitos y aportaciones comunes. Facilita la aportación de lazos e influye en el tipo de actividades. Las etnias comunes dan cohesión al grupo pero también es interesante diseñar grupos interculturales porque fomentan el respeto la tolerancia, la comprensión mutua y los nuevos puntos de vista.
Idoneidad para participar en Diseño Grupal: Hay personas con determinadas características que les impiden integrarse adecuadamente en la vida de un grupo.
Es importante determinar desde el diseño del grupo:
La programación temporal del trabajo en grupo.
La frecuencia
La duración de las sesiones
Lugar de encuentro.
La programación temporal de las sesiones: Puede ser muy variable, desde una única sesión hasta meses o años. En los de una sesión: Es recomendable tomar una posición directiva y activa para hacer avanzar al grupo.
Debe observar las necesidades individuales que surjan en el proceso. En los de corta duración de 1 a 12 sesiones: han demostrado gran eficacia en todo tipo de necesidades, propósitos educativos y fines diagnósticos.
La frecuencia: Depende de muchos factores, habitualmente se realiza una reunión a la semana. Las posibles variaciones se adaptan a las necesidades y características del grupo. En los grupos abiertos se suele ampliar la frecuencia de las sesiones para no perder el sentido grupal.
La duración: No puede ser indefinida, se debe establecer un tiempo máximo de duración de las sesiones, habitualmente 1 hora y media es suficiente, aunque pueden haber excepciones. Debemos adaptarnos a las características y situaciones de los participantes con flexibilidad.
El lugar de encuentro: Ha de ser confortable, adecuado y sin ruidos e interferencias. Un clima cordial en el que los miembros pueden expresarse libremente, permite un desarrollo adecuado del proceso grupal.
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